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La Décima Puerta

Ovnis en La Décima Puerta

today24/02/2020

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El 24 de junio de 1947 un comerciante viajaba en su avioneta particular, cuando a una altura de 2.800 metros vio unas luces al norte del Monte Rainier que se movían a una velocidad de unos dos mil kilómetros por hora. Al explicarlo en el aeropuerto, dijo que tenían la forma de platos invertidos y les dio el nombre de platillos volantes. Al principio no pensó ni por un momento que se tratara de naves de otro mundo. La verdad es que le extrañó que no tuvieran ni alas, ni timones, ni motores, pero sabía que ese año los Estados Unidos se encontraban en plena guerra fría con los soviéticos y pensó que eran naves soviéticas o tal vez pruebas secretas de la aviación de su país. A simple vista eran completamente distintos a todos los vehículos que él había conocido sobre la tierra. Calculó que los extraños artefactos se hallaban a unos cuarenta kilómetros de su avioneta y se dio cuenta de que las dimensiones eran mayores que las de cualquier otro aparato conocido hasta entonces. Este piloto llamado Kenneth Arnold, intentó seguirlos hasta que los extraños discos pusieron rumbo a Canadá y desaparecieron de su vista. La acogida que dispensó el público a este relato fue bastante fría y los comentarios de prensa lo calificaron de alucinación, sin embargo, los teletipos de los servicios de información del Pentágono, tratando de ocultar qué eran en realidad aquellos platillos volantes, avisaron rápidamente a todas sus bases militares y, en especial a las más cercanas al punto de avistamiento, para que negasen que en la zona había habido otro aparato distinto a la avioneta. Los servicios de información militar, tanto soviéticos como norteamericanos, tenían perfecta información sobre los ovnis, pues, ya en la segunda guerra mundial, tanto las fuerzas aéreas de una zona como de otra, sabían que sus aviones militares habían sido seguidos por impecables escuadrillas de objetos volantes no identificados que maravillaron a todos los pilotos.

Los ovnis han despertado desde siempre nuestra curiosidad y, aunque hay diversas teorías al respecto, muchos son los que piensan que es muy difícil creer a quien nos dice que somos el único planeta habitado del Universo.


La Décima PuertaPodcast

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