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Que un Alto Cargo disfrute de su tiempo libre como le dé la gana (como cualquier otro ciudadano) es algo no sólo lógico y aconsejable sino bueno. Más aún si decide ir al teatro, con lo escasos que estamos a veces de amantes de la cultura en nuestra política -y así nos va, por cierto-. Pero que lo haga el máximo responsable de Seguridad Ciudadana y Emergencias en plena crisis por un temporal que durante el fin de semana arrasó y anegó, literalmente, la Región es como mínimo poco estético.
Seguramente sería atrevido, deshonesto, injusto e incluso falso decir que durante esas horas cruciales no cumplió con los deberes y obligaciones que conlleva su cargo.
Probablemente también lo sea quedarnos con hora y media de asueto, en la que además -según él mismo ha reconocido- se quedó durmiendo por el agotamiento de las tantas horas intensas de trabajo que llevaba a sus espaldas por la madita DANA.
Probablemente algunos hayan utilizado esta cuestión para generar titulares, cobrarse incluso alguna vendetta personal o simplemente sacarle las vergüenzas a un sistema que, en ocasiones, (pero qué o quién no) es imperfecto.
Pero lo cierto es que, cuando toda una Región vive con el corazón en un puño, la mitad vive de forma dramática la incertidumbre del paso de las horas y centenares de familias lo han perdido absolutamente TODO, quizás y sólo quizás, una foto de este tipo esté fuera de lugar.
Quizás y sólo quizás, uno demuestre no estar a la altura de tan importante responsabilidad. Y sólo por ese quizás (la duda suele ser ya de por sí, en la mayoría de los casos, una respuesta) valía más la pena, pedir perdón, retirarse y dejar que bajara el telón político.