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El Día Menos Pensado

OPINIÓN | ‘Hacia la «nueva normalidad»‘, por Mar Rodríguez

today01/05/2020

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Ayer pudimos escuchar al presidente del Gobierno anunciar que comenzamos la transición hacia la “nueva normalidad” y a mí personalmente me recorrió un escalofrío por la espalda y me imagino que a muchos de ustedes también.

No se trata de un anuncio, sino de una advertencia de que vamos hacia lo no normal, hacia lo desconocido, hacia un nuevo régimen totalitario del que el gobierno está dando numerosas muestras desde que empezara la pandemia.

El Vicepresidente Iglesias, antes de pisar moqueta, ya advertía de su intención de “politizar el dolor” y no me cabe la menor duda de que esta grave crisis con veintitres mil muertos oficiales y miles de hogares en la ruina, junto con la falta de liderazgo de Sánchez (de la que les he hablado en otras ocasiones), está siendo la tormenta perfecta para sacar el rédito político que siempre ha ambicionado, el control absoluto del Estado.

La nueva normalidad no es otra cosa que normalizar lo anormal, es decir, que nos vayamos acostumbrando a las “rutinas” que nos van a dictar desde arriba. De hecho ya nos empiezan a decir que podemos hacer deporte, tomar un vermú, pero no salir de la provincia, ir al cine, pero no abrir los pequeños negocios. Poco a poco y mientras nos tienen entretenidos en aplausos cada día más odiosos, el abanderado del comunismo bolivariano nos está llevando a la destrucción.

Es muy obvio que las medidas anunciadas por el gobierno son absolutamente improvisadas, que no hay un plan, que todo está supeditado a lo que vaya pasando, pero sí que hay algo premeditado y es la intención del vicepresidente de aprovechar la tragedia para construir su ideal estado gran hermano. No está dejando pasar la oportunidad, porque además se sabe sostén de Sánchez en el gobierno, él y el elenco de nacionalistas que han encumbrado al ambicioso Pedro.

Lo bueno, o lo menos malo, es que a Iglesias se le ve venir de lejos y además no esconde sus intenciones, nunca lo ha hecho, y aún así, Sánchez lo metió en su colchón. Pero no duerme bien, no. El vicepresidente tiene en jaque a medio gabinete ministerial. Las palpables diferencias entre los miembros del gobierno podría entenderse antes de unas elecciones, pero resultan bastante preocupantes cuando ya llevan un tiempo en el ejecutivo. Para mí tiene un significado claro y es que los que Sánchez colocó con la intención de ser floreros, están haciendo la guerra por su cuenta y, mucho me temo, que Sánchez está tragando y tragará con las ideas de sus socios de llevarnos “progresiva” y “asimétricamente” hacia el mundo feliz de Huxley y con una frase de ese famoso libro termino. Saquen sus propias conclusiones.

“Pero, ¿Por qué está prohibido?» -preguntó el Salvaje. El Interventor se encogió de hombros. -«Porque es antiguo; ésta es la razón principal. Aquí las cosas antiguas no nos son útiles».

– «¿Aunque sean bellas?» – «Especialmente cuando son bellas. La belleza ejerce una atracción, y nosotros no queremos que la gente se sienta atraída por cosas antiguas. Queremos que les gusten las nuevas”.

 

Mar Rodríguez | Asesora en Comunicación Política


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