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El Día Menos Pensado

OPINIÓN | ‘El dolor no es una cifra’, por Mar Rodríguez

today03/04/2020

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Cada día desde que empezó esta pesadilla, nos levantamos con el alma encogida a mirar números, número de muertos, número de contagiados, también número de curados. Nos estamos acostumbrando a contar, a cuantificar el dolor, la muerte, la pena, el desgarro, la tristeza, la soledad… Vivimos atrapados en nuestra burbuja sin saber realmente lo que está pasando a nuestro alrededor, vivimos como quieren que vivamos los que están al mando, convirtiendo el dolor en meras cifras.

Por orden del Gobierno y a través de la obediencia ciega de su aparato propagandístico, nuestros seres queridos se han convertido en meros números. A día de hoy son más de 9.000 seres humanos los fallecidos por el maldito virus, pero no hemos visto ni veremos en los medios a ningún familiar llorándolos, a ningún allegado lamentando la pérdida, es como si los tentáculos mediáticos llegaran a todas y cada una de las más de nueve mil familias para que permanezcan callados en su pena.

Los nueve mil muertos son personas, con una familia, con una vida, con una historia vivida, pero no sabemos quiénes son y los muertos se merecen ser honrados, ser llorados, y nosotros nos merecemos conocerlos, saber quiénes eran estas personas para poder mostrar nuestras condolencias a sus seres queridos.

Pero no, esto no va a ocurrir. La enorme irresponsabilidad del gobierno que actuó tarde y mal, a sabiendas y avisado de la que nos venía encima, ha de ser tapada y escondida, los muertos no han de tener nombre ni rostro, las familias tampoco.

A veces no sé si me asusta más el alcance de la pandemia o la magnitud del control gubernamental y su aparato mediático.

Lamentablemente cada día que pasa en este confinamiento de impotencia e incertidumbre, tengo más clara una cosa, la libertad de expresión está agonizando, está herida de gravedad y lo peor es que no sé si se va a recuperar. Porque el hecho de que el dolor se haya convertido en meras cifras no es sino la consecuencia de la siniestra labor de un gobierno ineficaz e irresonsable, un gobierno que tendrá que rendir cuentas de su pésima gestión más pronto que tarde, un gobierno que miente a sus ciudadanos constantemente, un gobierno más preocupado de seguir vendiendo un relato , ya no político, sino ideológico, que de poner nombre y rostro a las vidas humanas que esta catástrofe se está llevando.

Y esto es lo que realmente me aterra, que no solo nos llevan a ciegas al nivel de credulidad que quieren, sino que poco a poco nos están convirtiendo en máquinas indolentes, calladas, insensibles, incapaces de procesar el dolor, de llorar a nuestros muertos, de quejarnos en público, y esto no es justo ni moral, ni para los que estamos vivos, tampoco nuestros muertos se lo merecen.

 

Mar Rodríguez | Asesora en Comunicación Política


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