El economista y analista, Francisco Coll Morales, coge la lupa de Metrópolis Daily para analizar los principales indicadores económicos de la semana.
En lo que respecta a la situación que presenta la economía española, los indicadores vuelven a arrojar más sombras que luces, en lo que a la recuperación económica de los países se refiere. En este sentido, el Fondo Monetario Internacional (FMI), así como otros organismos multilaterales, avisaban sobre la posibilidad de que se diese un mayor deterioro en la economía española; en un escenario en el que nuevas oleadas no estaban descartadas. Los riesgos que se visualizan en el horizonte, en este escenario comentado, donde la incertidumbre es la única certidumbre, no dejan que se esclarezca el futuro que le depara a nuestro país; teniendo en cuenta que los indicadores, como decía, bailan al son de los contagios.
De acuerdo con la Fundación de Cajas de Ahorros, conocida como Funcas, la economía española podría volver a sufrir una contracción en el siguiente trimestre. Los rebrotes que presenta el país, así como la incidencia acumulada que amenaza con marcar una campaña de Navidad esencial para nuestra economía, obligan al Gobierno de España a aplicar una nueva paralización forzosa de la actividad económica; con el consecuente deterioro que esta situación supone para la economía. Y es que, en esta línea, los avisos del Fondo Monetario Internacional (FMI) trataban de exponer la posibilidad de que se diese una segunda oleada, como la que hoy se da en nuestro país.
En este sentido, fue el propio Fondo Monetario Internacional el que avisaba sobre los riesgos que hoy se producen, como decíamos. Así pues, el FMI, en su última actualización del informe WEO, el cual recoge las perspectivas para la economía mundial en los próximos meses, añadía un epígrafe en el que hacía referencia a lo comentado. De acuerdo con el organismo multilateral, con sede en Washington DC, factores como los rebrotes, la escasez de la demanda, el deterioro de los distintos tejidos productivos, así como otra serie de factores añadidos, limitaban la capacidad de realizar pronósticos fiables. Pues, teniendo en cuenta que el factor estratégico a través del que se desarrollan el resto de factores, es el virus; un virus que, ni con modelos extremadamente complejos y desarrollados, no podemos controlar su evolución y comportamiento.
De la misma forma, la OCDE, en adición a lo comentado por el FMI, emitía un mensaje similar. En este sentido, lo que trataba de transmitir la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico es que la economía española, en un escenario en el que volviesen a darse rebrotes, quedaría como una de las economías más potencialmente afectadas del conjunto de países que integran dicha organización. Algo que, posteriormente, acabó materializándose a través de indicadores como el indicador compuesto; indicador que, dicho sea de paso, y habiéndose publicado a través de dicha organización, mostraba un deterioro muy acusado de la economía española, así como un deterioro que ya se presenta como el tercer deterioro mensual consecutivo que registra dicho indicador.
Por esta razón, de seguir en una situación similar a la actual, la campaña Navideña, que supone cerca del 25% de la facturación anual de sectores como el hostelero, podría estar en peligro. Esto representa otro gran shock para unas empresas que ya acusan los efectos de esta debilidad de la demanda que, como los organismos, comentábamos. A su vez, teniendo en cuenta los informes que ofrece el Banco de España, hablamos de una quiebra técnica del 30% de empresas en el país. Una situación que, de no atenderla y hacerlo con rigor, acabará en una gran destrucción de capacidad productiva; la cual, como ha ocurrido en crisis pasadas, nos alejará de esa recuperación económica de la que ya, en contraste con otras economías homólogas, nos hemos descolgado.
Y es que lo preocupante de esto, además de lo comentado, no es solo el daño derivado de la pandemia. Pues, en este mismo contexto, se habla de recuperar el nivel que presentaba la economía, previamente, antes de que se desatase la pandemia. Sin embargo, olvidamos que antes de la pandemia, el nivel de partida que presentaba nuestra economía mostraba un paro estructural que rozaba el 14%, una deuda pública que rozaba el 100% del PIB, un déficit que se situaba en el límite establecido por Europa, así como un desempleo juvenil que, junto a Grecia, se situaba como el más elevado de Europa. Todo ello, sumado a grandes retos que, como la reforma de las pensiones, debía abordarse más pronto que tarde.
Sin embargo, en un escenario en el que la pandemia ha sucumbido nuestra economía, el nivel previo, por malo que fuese, se ha convertido en una referencia. No obstante, pese a recuperar ese nivel previo, como decíamos, no todo el trabajo estaría hecho. Pues, cuando la pandemia se disipe, España tendrá que afrontar muchas reformas que, de igual forma, impactarán en la economía española. Así, esperemos que, atendiendo a las reformas que tanto precisa la economía española, dicho impacto sea más notable en el resultado electoral -por haberse aplicado las reformas pertinentes-, y no en la economía y las generaciones futuras, por seguir postergando unas reformas que solo condenan a la economía española y a sus sociedades venideras.
Francisco Coll Morales | Economista