Veterinarios en pie de guerra

El Desafío de los Veterinarios Españoles: Una Lucha Por Un Sistema Más Justo

En la madrugada de hoy, la Presidenta del Colegio de Veterinarios de Murcia, Teresa López, brindó una entrevista en la que explicó las complicadas circunstancias que enfrentan los veterinarios en España tras la entrada en vigor del Real Decreto 666-2023. La regulación de la distribución, prescripción y uso de medicamentos veterinarios pretende corregir algunos aspectos, pero ha generado un profundo malestar en el sector.

El Real Decreto 666-2023 y sus Implicaciones

Desde su aplicación el pasado 2 de enero, este decreto requiere que las prescripciones de antibióticos a animales de compañía sean comunicadas al ministerio correspondiente, lo cual ha gravado a los veterinarios con una enorme carga burocrática. Este proceso no solo es oneroso, sino que también choca con las problemáticas logísticas a las que se enfrentan los veterinarios al no poder vender medicamentos por ley desde 1995.

Limitaciones Financieras y Operativas

López detalla cómo los veterinarios deben soportar un IVA del 21%, al igual que las profesiones no consideradas sanitarias. Sin embargo, los veterinarios desempeñan un papel fundamental en la prevención de enfermedades zoonóticas, siendo parte integral de la salud pública. Esta carga adicional es solo una de las muchas dificultades que enfrentan mientras intentan manejar sus costos operativos y brindar un servicio asequible.

La Falta de Medicamentos Adecuados

Otra preocupación notable es la escasez de medicamentos apropiados para animales de compañía y exóticos. Los veterinarios se encuentran obligados a realizar ajustes poco ortodoxos para administrar tratamientos que no están específicamente indicados para el tipo de animal en cuestión. Este malabarismo farmacéutico incrementa el riesgo de sanciones severas, lo que disuade a muchos de atender a los animales no etiquetados adecuadamente.

Manifestación y Esperanza de Escucha

La protesta simbólica organizada por diversas asociaciones busca llamar la atención sobre estos problemas. Aunque la intención es generar conciencia más que modificar directamente la normativa, los veterinarios esperan que su mensaje llegue a oídos del ministerio para que se contemplen las peculiaridades del tratamiento veterinario que no son coherentes con el consumo humano.

Un Llamado a la Acción

Es necesario que las autoridades consideren el ámbito veterinario desde un enfoque más empático y funcional. La comunidad veterinaria está dispuesta a hacer oír su voz en consultas futuras, esperando que se considere su papel vital en la salud pública y el bienestar animal. El cierre simbólico es solo el primer paso en una serie de acciones para lograr condiciones más justas y sostenibles para todos los involucrados.

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