OPINIÓN | ‘Aplausos de bonhomía’, por Mar Rodríguez

Permítanme ustedes que hoy me salga de mi línea crítica habitual y dedique esta columna a todos aquellos héroes sin capa que están jugándose su propia vida por salvar las nuestras. Personal sanitario, desde médicos a celadores, polícias, guardias civiles, militares, personal de emergencias, transportistas, personal de supermercados…A todos ellos y en especial a los primeros, les dedicamos todos los españoles de bien un sentido y emocionado aplauso a las ocho de la tarde cada día desde que empezó este calvario. Ese aplauso ya se ha hecho histórico, sin duda se estudiará en los libros y no solo como anecdótico, sino como un verdadero símbolo de la lucha ciudadana confinada en sus casas, impotente y asustada, pero con la esperanza puesta en los héroes de las batas que realmente son los protagonistas de esta batalla. Por ellos y para ellos pedimos los españoles la mayor de las protecciones, ellos son los que deben estar perfectamente equipados, todos ellos, pues si los soldados caen, perderemos la guerra. Están en primera línea, sin descanso, sobrepasados, luchando día a día, enfermando muchos de ellos y no podemos permitir que nuestros ángeles de la guarda caigan en el Frente.

Cuando todo esto acabe, que acabará, nunca volveremos a ser iguales. Esta tragedia, de la que aún no hemos sufrido su punto más álgido, está sacando lo mejor de cada uno de nosotros, también lo peor, pero de eso ya hablaremos. Los españoles somos un pueblo solidario en el fondo, sin embargo ha de ocurrir una tragedia para que aflore la bondad y la humanidad que nos es propia, la bonhomía.

España es tierra de bonhomía, de hombres/mujeres de bien y lo hemos demostrado en muchas ocasiones a lo largo de nuestra vasta historia y ahora, en una crisis sin precedentes, los españoles nos unimos ante el dolor y la muerte, ante la impotencia y el miedo, ante el atisbo de ilusión y esperanza.

Quiero terminar con una hermosa frase de Bertolt Brecht que no precisa aclaración ninguna, pero resume todo lo que acabo de escribir.

“Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años y son muy buenos. Pero los hay que luchan toda la vida. Esos son los imprescindibles”.

Mar Rodríguez | Asesora en Comunicación Política

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