Los bares y restaurantes de diez, de los 45 municipios de la Región (Cartagena, Abarán, Águilas, Beniel, Lorquí, Molina de Segura, Ojós, Pliego, Santomera y Ulea) pudieron abrir de nuevo sus puertas, desde este pasado sábado, aunque eso sí, sólo para atender sus terrazas.
Todas ellas, atendiendo a las nuevas medidas adoptadas por Salud, ha podido abrir con un aforo máximo del 75% salvo en el caso de Águilas, Ulea y Ojós, que ha podido abrir al 100%, debido a su situación epidemiológica y sanitaria.
En el resto de la Región, la hostelería seguirá de momento cerrada, ante la aplicación de un nuevo baremo que fija los umbrales de incidencia y ocupación hospitalaria a partir de los cuales se irán levantando las distintas restricciones.
El presidente de la Comunidad, Fernando López Miras, anunciaba este jueves la entrada en vigor de estos nuevos criterios, que contemplan la reapertura de las terrazas al 75% en aquellos municipios que se sitúen entre los 250 y 500 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días.
La ocupación podrán llegar al 100% cuando la tasa baje de los 250.
Si se hubiesen tenido sólo en cuenta las tasas de positividad y la positiva evolución de la pandemia en la última semana, la reactivación de la hostelería habría ido mucho más allá, con la apertura de las terrazas en toda la Región y también del interior de los locales en algunos municipios con baja tasa de contagios, pero Salud se ha querido guiar por la prudencia ante la situación de desbordamiento que sufren las UCI.
Por eso, solo cuando la media de pacientes ingresados en cuidados intensivos baje de 100 se podrá hablar de una apertura de terrazas en toda la comunidad. Hasta entonces, únicamente podrá ir levantándose esta restricción cuando en un municipio se baje de los 500 casos por 100.000 habitantes, algo que se analizará cada semana.
Hoy, el comité de seguimiento Covid revisará la situación en cada localidad. Por lo que, en las que se haya bajado de ese umbral, la hostelería podrá de nuevo ponerse en marcha, aunque sea a medio gas.
Una de las principales incógnitas es qué ocurrirá con el municipio de Murcia, que sigue teniendo una incidencia todavía muy alta, en los últimos 14 días.
Lo cierto es que (en general) la situación ha mejorado y mucho en los últimos días, y hay datos que así lo reflejan.
Por ejemplo, por primera vez desde hace un mes, los hospitales de la Región de Murcia registran menos de medio millar de pacientes ingresados, al bajar la cifra hasta los 473, lo que supone 30 menos que el pasado viernes.
Un dato positivo en cuanto a la presión hospitalaria regional que también se da en el número de contagios diarios detectados, después de que Salud notificara en las últimas horas 273 positivos durante el sábado.
Sin embargo, el número de fallecidos continúa suponiendo una de las cifras que no baja y se mantiene incesante. Siete fueron los fallecidos con coronavirus que la Consejería de Salud notificó este sábado. Se trata de seis varones y una mujer, con edades comprendidas entre los 74 y los 89 años.
Pero, si algo nos ha enseñado este virus es que la precaución debe ser constante y que no debemos relajarnos porque su presencia puede darse en cualquiera y en cualquier ámbito, incluido el sanitario (a pesar de ser espacios con las mayores medidas de seguridad).
El hospital Santa María del Rosell de Cartagena ha registrado en las últimas horas un brote, concretamente en su Unidad de Cuidados Paliativos, con nueve pacientes y tres trabajadores afectados, según confirmaba la consejería.
La gerencia del centro hospitalario ha adoptado todas las medidas necesarias para controlar su propagación y ha puesto en marcha el protocolo para realizar los cribados pertinentes (tanto a pacientes como a profesionales) para su seguimiento y control. Y también se han prohibido las visitas a pacientes para evitar contagios.
Desde Salud recuerdan que los brotes se producen «en todos los ámbitos sociales y también en el sanitario», por lo que insisten una vez más en que la población debe extremar todas las precauciones que se recuerdan a diario como el lavado de manos, el uso correcto de mascarilla, la distancia social y el respeto a todas las normas que dictan las autoridades sanitarias.