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El talento, la creatividad y un fuerte sentido de determinación fueron los ingredientes principales que llevaron a María Brotons a consagrarse como la ganadora de la primera edición del programa «Impulso Mujer 50+». En este artículo, exploraremos su trayectoria profesional, la visión detrás de su empresa «Casalinga», y los logros que la llevaron hasta este importante reconocimiento.
María Brotons, con más de seis años en el ámbito de la arquitectura tradicional, se encontraba en busca de un camino que integrara su pasión por las emociones y el espacio. Su disciplina, conocida como neuroarquitectura, se centra en cómo el entorno afecta nuestras emociones y bienestar, algo que resultó clave para su emprendimiento. Tras dieciséis años en la industria, María decidió dar el salto y establecer «Casalinga», una empresa orientada a diseñar espacios personalizados, fusionando ciencia y arte para crear ambientes saludables y adaptados a cada individuo.
«Casalinga» no es solamente una empresa creativa; es un concepto innovador donde la arquitectura se entrelaza con la personalidad y necesidades de cada cliente. El enfoque de María en la neuroarquitectura busca crear espacios que no sólo embellezcan, sino que también promuevan el bienestar físico y emocional. Mediante un trabajo colaborativo, María se asegura de que cada proyecto sea único y refleje la esencia de quienes habitan esos espacios.
El camino hacia el éxito no ha estado libre de desafíos. María recuerda: «Aunque emprender puede sentirse como un salto al vacío, el apoyo de mi entorno y mi pasión por lo que hago me han sostenido». Este espíritu resiliente y la capacidad de adaptación fueron determinantes para el crecimiento de su empresa y su reconocimiento en «Impulso Mujer 50+».
María destaca el rol fundamental de formar parte de OMEP, que ha sido un pilar en su camino emprendedor. La conexión y el apoyo entre mujeres con experiencias y metas comunes han sido una fuente de inspiración y fortaleza en momentos cruciales.
Mirando hacia el futuro, María sueña con expandir «Casalinga» más allá de su nombre personal, integrando un equipo de personas que compartan su visión. Sus planes incluyen fortalecer la marca y colaborar con otros profesionales para continuar liderando innovaciones en el diseño espacial.
María Brotons, quien ha alcanzado un equilibrio personal y profesional, recomienda a otras mujeres emprendedoras que sigan sus pasiones con responsabilidad y que busquen redes de apoyo que les sostengan en su camino. Su historia es testimonio de que, con perseverancia y comunidad, es posible materializar los sueños más ambiciosos.
La historia de María Brotons y «Casalinga» es una inspiración para todas las mujeres emprendedoras que buscan dejar su huella en el mundo a través de la creatividad y la innovación. Su logro en «Impulso Mujer 50+» es sólo el comienzo de una prometedora trayectoria en el mundo del diseño y la arquitectura emocional.