El eurodiputado murciano del PSRM-PSOE, Marcos Ros, coge La Lupa de Metropólitan Daily, para analizar cómo va a afectar la guerra desatada en Ucrania por la invasión rusa en el futuro de la Unión Europea.
Vivimos ya más de una semana todos con el corazón encogido. Con el alma herida. Con los ojos arrasados de ver las imágenes de la brutal invasión de Ucrania por parte del ejército ruso. Y con una incertidumbre y una duda que nos angustia permanentemente: ¿podrán resistir? ¿llegará la ayuda internacional a tiempo? ¿serán útiles las sanciones? ¿conseguirá la democracia de nuevo ganar a la autocracia en este nuevo concepto de guerra del siglo XXI?
Son tiempos tristes, en los que nos despertamos de nuestro sueño de paz apesadumbrados y que ninguno de nosotros pensó jamás que podría llegar a vivir, y menos aún en el corazón de la vieja Europa. Esa Europa que ha visto cientos de guerras, miles de batallas y millones de muertos a lo largo de la historia.
Esa Europa que harta de verse desangrar, empezó a aliarse y reconciliarse, y que formó lo que hoy ha llegado a ser la Unión Europea a 27.
Una Unión Europea que andaba maltrecha por el año 2020, plagada de populistas, extremistas y movimientos antieuropeístas, que culminaron llevando a término el Brexit, la primera salida de un Estado miembro de este proyecto.
Pero la UE ha demostrado que sabe crecerse ante las adversidades.
Si de la pandemia aprendimos a coordinarnos mejor, a diseñar estrategias globales en materia sanitaria, a planificar una respuesta económica global y a intensificar la solidaridad entre los Estados; de esta guerra que nos atenaza el corazón en cada boletín de noticias, la UE ya no saldrá igual que estaba hace un mes.
Hemos aprendido a tener voz propia en el mundo. Estamos liderando la respuesta mundial contra esta invasión. Hasta los EEUU siguen nuestra estela en cuanto a sanciones, envío de armamento, envío de ayuda humanitaria o participación en las negociaciones.
Si Putin pensaba dividir a los 27, tratando a cada uno de forma individual, se ha encontrado con un bloque sólido que no le permite romper ni abrir fisuras. Tanto es así que probablemente salgamos de esta crisis con un proyecto de defensa común, algo que, como la deuda mancomunada puesta en marcha o la unión sanitaria, era impensable tan solo hace unos meses.
Marcos Ros | Eurodiputado del PSOE