La Lupa | ‘Feministas si la izquierda quiere’, por Mar Rodríguez

La abogada y asesora en comunicación política, Mar Rodríguez, coge la lupa de Metrópolis Daily con motivo del 25N.

 

 

Estupefacta me he quedado viendo a la ministra Montero llorar en el acto que, con motivo del “Día contra la violencia machista” se ha celebrado hoy, 25 de noviembre.

Sus palabras nunca pasan inadvertidas y hoy, como no podía ser de otro modo, nos ha deleitado con unas lágrimas que adornaban un discurso de agradecimiento a todas las feministas, porque de ellas es el Reino de los Cielos, perdón, su Ministerio, el de las bienaventuradas mujeres de izquierdas, el de la consigna “el Estado sí te cree” y otras perlas, que esta mujer tiene para hacer un collar de tres vueltas.

Vaya por delante mi más absoluta condena y repulsa a la violencia contra las mujeres, pero no voy a utilizar el adjetivo machista para denominarla y lo siento, no voy a dejar de ser ni feminista ni liberal por ello.

Como mujer, no me siento más débil ni más necesitada de protección de lo que se pueda sentir un hombre. No consiento que se me meta en un compartimento estanco en el que prima el colectivismo por encima de la individualidad y que no busca la igualdad real, sino la discriminación del varón por el mero hecho de serlo e identificarme con una doctrina inventada por estas señoras de la izquierda que representan un feminismo sectario y aborregado que no se parece ni de lejos a los ideales por los que venimos luchando las mujeres desde tiempo inmemorial y que habla de hombres y mujeres como iguales, como personas, con las mismas obligaciones y derechos, salvo los que por pura genética nos diferencian.

Como jurista, me sigue chirriando bastante que se utilice el término violencia machista por violencia de género para designar cualquier tipo de violencia ejercida contra una mujer por un hombre, solo porque es lo políticamente correcto y acuñado por los políticos como signo de progresía y que en la mayoría de las ocasiones es usado muy a la ligera y estamos cayendo en utilizar la violencia de género para crear crispación y generar una injusta reivindicación de desigualdad entre hombres y mujeres ante la Justicia.

Por último, como mujer jurista, no voy a negar que existe el componente machista en muchos casos de violencia ejercida contra mujeres, pero eso no significa que todos los hombres alberguen un asesino de mujeres en su interior ni que todas las mujeres que desgraciadamente sufren maltrato, sea por el hecho de ser mujeres.

Bajo mi punto de vista, no es justo ni lícito medir con el rasero ideológico de la pretendida igualdad algo que no pertenece a ese campo, como no lo es abrir el paraguas feminista solo para guarecer a los/las que siguen la doctrina radical reivindicada por la izquierda.

 

Mar Rodríguez | Asesora en comunicación política

 

 

 

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