El eurodiputado murciano del PSRM-PSOE, Marcos Ros, coge La Lupa de Metrópolis Daily.
En la Región de Murcia parece que hay quienes se empeñan en circular por el carril contrario al resto del mundo y eso, como todo el mundo sabe, además de impedirte avanzar, solo puede terminar en una colisión irreparable.
Mientras en la Unión Europea trabamos para poner en marcha el nuevo Espacio Europeo de Educación, el Gobierno Regional ha decidido emprender la batalla contra la educación pública, libre y de calidad de los jóvenes murcianos.
Este proyecto educativo europeo tiene cuatro objetivos: incrementar la calidad de enseñanza en toda la Unión, evitar las diferencias educativas entre países, reforzar la educación para quienes más dificultades tienen y enseñar a nuestros escolares valores cívicos, éticos y democráticos.
Como pueden ver, muy alejado todo de lo que propone ahora el Gobierno Regional para la Región de Murcia.
Difícilmente se podrá incrementar la calidad de la enseñanza si, a día de hoy, seguimos siendo la única autonomía de toda España que no ha vuelto a la presencialidad en las aulas, bajo el falso pretexto de la lucha contra la pandemia.
Difícilmente podremos tener un sistema educativo armonizado con el resto de comunidades autónomas de España, si nuestra flamante consejera tránsfuga de ultraderecha dice que hará lo posible por no aplicar la nueva Ley Educativa aprobada por mayoría en el Congreso de los Diputados.
Difícilmente podremos fomentar la inclusión y la calidad de enseñanza a los más desfavorecidos, si estamos desmontando el sistema público de centros en la Región, priorizando la supuesta “elección de centros” para fomentar ghettos y aislar a los estudiantes con menos recursos o procedentes de otros países.
Y muy difícilmente podremos lograr la enseñanza de valores cívicos, éticos y democráticos si la nueva titular de la Consejería fomenta la censura educativa parental, impidiendo el derecho de todo niño y niña a ser educado en libertad y conocer nuestros valores democráticos, más allá de las creencias o inclinaciones políticas de sus padres.
Solo espero que el Consejero de Salud, cuando llegue el turno a los escolares de la Región, no deje que las creencias antivacunas de la Consejera tránsfuga impidan a nuestros niños vacunarse.
Marcos Ros | Eurodiputado del PSOE