La okupación ha sido tradicionalmente un movimiento social radical que propugna la ocupación de viviendas o locales deshabitados, temporal o permanentemente, con el fin de utilizarlos como vivienda, guarida, tierras de cultivo, lugar de reunión o centros con fines sociales, políticos y culturales, denunciando con ello, al mismo tiempo, responder a las dificultades económicas que los activistas consideran que existen para hacer efectivo, a costa del derecho a la propiedad privada, el derecho a la vivienda.
Sin embargo, en los últimos años (principalmente a raíz de la crisis de 2008) la ocupación ha sido la única alternativa para familias que fueron desalojadas de sus hogares, por no poder hacer frente a sus hipotecas, y que tampoco encontraron respuesta por parte de los servicios sociales.
Pero ¿qué diferentes tipos de ocupación existen? ¿hay mafias de se dedican a ello? ¿cómo puede un propietario protegerse de esta intrusión? ¿Cómo actúa este colectivo para evadir la ley?
Nuestra abogada de guardia, Irene Visedo, nos lo explica en El Día Menos Pensado de Alberto Huertas.