Esta crisis sanitaria del Covid-19 trae inevitablemente consigo un empeoramiento de nuestra economía.
Los datos sobre previsiones a la baja de los PIB, tanto nacional como regional, ya lo indica. Y es que, el cierre de muchas actividades profesionales durante el confinamiento han hecho mella. El parón en la actividad y el empleo de muchos ciudadanos, que vieron reducido su poder adquisitivo (y que la mayoría de ellos no han vuelto a recuperar), unido a una situación ya de por sí precaria de nuestro empleo o el modelo económico muy poco basado en las personas, hace que muchas personas trabajen para subsistir, en vez de para vivir.
Eso es lo que indica el Informe ‘2020 FOCUS. Vulneración de Derechos y Trabajo Decente’, o el último estudio elaborado por Cáritas, que señala que la mitad de familias con empleo en nuestra comunidad tienen que pedir dinero a parientes o amigos para llegar a final de mes. Una situación que coloca a nuestra Región en el tercer puesto del ranking de comunidades con mayor porcentaje de trabajadores en situación de pobreza relativa.
En El Día Menos Pensado abordamos este asunto con María Hernández, responsable de Implantación Social de Cáritas Región de Murcia.