OPINIÓN | ‘Corona-Juventud’, por Juana Rocamora

Desde que comenzó la cruel pandemia, lo poco que nos ha quedado claro, es que los contagiados de mayor edad son altamente vulnerables a los efectos del virus.

Tras la desescalada y nueva normalidad, la Región de Murcia se encuentra inmersa en lo que llaman “rebrote”. Un rebrote, que en la mayoría de los casos corresponde a la población mas joven.

A pocos se nos escapa que, de seguir así, volveremos de donde vinimos, es decir tendremos que volver atrás y como consecuencia sumaremos mas muertes, miserias e incertidumbre a una situación desconocida para la mayoría de los murcianos.

La Región de Murcia, como si de una silla se tratase, ofrece estabilidad gracias a las patas que la sustenta, en la que una de ellas corresponde al sector turismo, que aunque desde hace años vive denostado por la penosa gestión política, ahora, en estos momentos, más que nunca, está sufriendo un ataque que para muchos será mortal. El turismo, que en verano inunda las calles, hoteles, restaurantes, comercios de las zonas costeras de la Región, vive con temor la noticia, de la aparición de un rebrote y que hunda la campaña de verano. De ahí, quizás que sorprenda de manera sorprendente, que las zonas costeras de la Región sean las menos perjudicadas por los rebrotes. Casualidades o no, si algo está claro es que al final los resultados de esta nueva normalidad los tendremos encima de la mesa allá por septiembre, donde veremos si la campaña de verano nos ha salido mas cara que si hubiéramos mantenido la prudencia que marca los tiempos en los que vivimos.

Con estado de alarma, el gobierno de la nación era criticado por su falta de decisión. Todos nos preguntábamos porque seguían los vuelos con Italia, o porqué no se confinaban las principales ciudades que ya tenían un numero considerable de infectados.
Recordando las palabras del presidente de la Región, en las que declaraba que la salud de los murcianos estaba por encima de todo, que él, era el elegido para protegerlos, por lo que reclamaba que ningún madrileño se desplazase a la Región. Algo que lamentablemente no fue muy acertado.

Lo que ha quedado claro es que tomar decisiones no es fácil, es mas sencillo criticar al de arriba y calentar a los murcianos. La realidad es que estamos viviendo lo que hace unos meses.

Las normas y restricciones, son la mejor arma que tenemos, para luchar contra la guerra que nos ha tocado vivir. Dejar en manos del sentido común, la salud de los murcianos, es como ya se ha demostrado, pan para hoy y hambre para mañana. Las decisiones, llamadas antipopulares, son las que fortalecen a un pueblo. Pero, la antipopularidad debe ir acompañada, de medidas que palien el desastre que está ocasionando la situación que estamos viviendo.

Decía Ruben Dario, “Juventud divino tesoro, te fuiste para no volver”, y es que la juventud solo pasa una vez, y es que la libertad es la mayor garantía que tenemos de que estamos vivos, pero en la vida nos toca bailar hasta con la mas fea, y ahora no es momento de alargar una situación que no es real, porque tardaremos mucho mas en reconstruir lo destruido.